Análisis económico, empresarial y posibilidades de inversión en aplicaciones selectivas

Al implementar la tecnología de aplicaciones selectivas se debe contemplar el costo del sistema en sí (sensores, consola, cables/mangueras para conexiones, etc.), el de las modificaciones a realizar sobre la pulverizadora, y el del montaje; este último, en algunos casos, puede estar incluido en el costo de los sensores. Adicionalmente, los sistemas que permiten realizar aplicaciones selectivas de herbicidas exigen la implementación de una serie de tecnologías complementarias (computadoras para procesar los datos de la aplicación, antena GPS, etc.). En caso de no contar con ellas, el interesado debe contemplar su adquisición y los costos asociados. En términos generales, el precio de un sistema de aplicación dirigida suele expresarse por metro lineal de botalón. En este punto, vale la pena señalar que la adquisición de tecnología no requiere equipar el botalón completo de la pulverizadora. En la Argentina existen dos empresas que ofrecen esta tecnología: WEED-IT y WeedSeeker. Cada una de ellas presenta versiones con diferentes precios y funcionalidades. El proveedor “A” presenta tres modelos diferentes. Al equipar entre 15 y 40 metros de botalón, el precio por metro lineal varía en un rango que va desde 5300 hasta 5800 u$s según el modelo elegido. El proveedor “B” ofrece la tecnología en un rango de precios que varía según los metros de botalón equipados: si se decide equipar hasta 15 metros, el costo es de 9000 u$s/m, pero si se equipan 36 metros, el costo cae a 7900 u$s/m. Dos aclaraciones con respecto al costo. En primer lugar, para conocer el presupuesto final es necesario que un representante técnico de la empresa identifique la pulverizadora sobre la que se va a montar la tecnología y evalúe las modificaciones a realizar para poner en marcha el sistema (por ejemplo, el armado de “perchas”, soldaduras de soportes, etcétera). En segundo lugar, tal como se comentó en capítulos anteriores, la tecnología para realizar aplicaciones selectivas tiene un costo extra, que es el del aprendizaje: poner a funcionar el sistema y generar experiencias positivas implica tiempo y energía. El costo de ese tiempo debe ser cuantificado e incluido en la ecuación.
Período de repago de la tecnología
Se denomina período de repago al lapso necesario para recuperar la inversión efectuada, en este caso la que se hizo en tecnología. Para estimarlo, es necesario cuantificar el costo y los beneficios que reporta su uso. Para calcular el período de repago deben tenerse en cuenta diversas variables. A continuación, se presentan algunos análisis de sensibilidad que pueden resultar útiles para identificar esos costos y beneficios, y medir su impacto en el período de repago de la tecnología. Las variables se dividen en dos grandes grupos: las vinculadas a la maquinaria y las que se relacionan con el lote de producción.
Variables asociadas a la maquinaria
Metros de botalón a equipar. La tecnología de aplicaciones selectivas permite equipar el botalón por metro, sin necesidad de tener que colocarlo en toda su longitud. Por lo tanto, la cantidad de metros a equipar será una de las principales variables a considerar, ya que incide directamente en el monto de la inversión. En caso de no equipar el botalón completo, se recomienda hacerlo hasta algún quiebre (por ej., del ala media o del alín), para facilitar las tareas cuando se trabaja cerca de los alambrados. Costo de la tecnología (u$s/m). El costo por metro lineal del equipo para realizar aplicaciones selectivas incide directamente en el valor de la inversión inicial. Cuanto más caro sea el equipo, mayor será la inversión inicial. En este punto hay dos cuestiones a tener en cuenta: la primera es que, a medida que se equipan más metros del botalón, puede producirse una “dilución” del costo de ciertos componentes y, en consecuencia, el precio por metro del equipo se reducirá. El segundo punto es que las empresas pueden cobrar la instalación del equipo por separado o incluirlo en el valor del metro lineal. Sin embargo, éste suele ser un costo menor en relación con la inversión total (i.e.: el costo de instalación ronda los u$s 2000). Costo extra que se genera en caso de no equipar el botalón completo. Cuando el equipo para realizar aplicaciones selectivas no se coloca en todo el botalón, es necesario contemplar el costo extra que se genera al reducirse el ancho de labor de la máquina. Hacer aplicaciones con un botalón no equipado en toda su extensión implica más pasadas y usar más combustible para trabajar la misma superficie. En los ejemplos se utilizará un valor de referencia de 1 u$s/ha de costo extra. Costo de mantenimiento de la tecnología. En los primeros 4 a 5 años de vida útil, el costo de mantenimiento es muy bajo. Tal vez sea necesario reponer ciertos componentes por desgaste o roturas, como alguna válvula o membrana específica, pero no es algo que genere grandes erogaciones. En este caso, se utilizará un valor de 0,5 u$s/ ha aplicado como costo extra de mantenimiento estimado.
Variables asociadas al lote
Porcentaje de malezas en el barbecho. Esta tecnología permite realizar aplicaciones allí donde se detecta la presencia de malezas emergidas. Por ende, cuanto menor sea el porcentaje de malezas en un lote, menor será la superficie a aplicar con herbicidas y mayor será el ahorro. Por ejemplo, en un lote de 100 hectáreas con un 30% de cobertura de malezas, un equipo para realizar aplicaciones selectivas pulverizará herbicidas sobre 30 hectáreas, lo que permitirá el ahorro del herbicida que se utilizaría en las 70 hectáreas restantes. Costo del caldo. Este valor difiere según los herbicidas elegidos y las dosis a aplicar. Al momento de analizar el período de repago de la tecnología, hay que considerar únicamente los productos que actúan en posemergencia de las malezas (ej. glifosato, 2,4 D, Dicamba, graminicidas, desecantes, etcétera). A su vez, en los casos en los que se ingresa más de una vez al lote durante el período de barbecho, el valor del caldo a usar en los cálculos será el promedio resultante de los valores de los caldos utilizados en cada aplicación. Cuanto más caro sea el caldo usado en el barbecho, mayor será el beneficio que reporte el uso del sistema para realizar aplicaciones selectivas. Por ejemplo, reducir en un 70% el uso de un caldo de 20 u$s/ha representará un ahorro de 14 u$s/ ha, mientras que en el caso de un caldo de 35 u$s/ha, el mismo porcentaje de reducción implicará un ahorro de 24,5 u$s/ha. Superficie a aplicar por año. El período de repago de la tecnología depende de la extensión de la superficie a trabajar. A mayor superficie trabajada, más rápido repago del equipo para realizar aplicaciones selectivas. Dos consideraciones importantes para efectuar cálculos: 1) En el caso de los dobles cultivos, si se realiza una pulverización antes de la siembra de cada uno, será necesario considerar la superficie de cada cultivo por separado. Por ejemplo, para un lote de 100 hectáreas de trigo/ soja de segunda, hay que considerar las 100 hectáreas del barbecho de trigo y las 100 del barbecho de la soja de segunda; 2) Si sobre el barbecho de un mismo cultivo se realizan dos o más aplicaciones, será necesario multiplicar la superficie por la cantidad de veces que se realizó una aplicación.
Ejemplo de cálculo de repago
Supongamos un equipo con un botalón de 25 metros de ancho, donde se colocaron 20 metros del sistema para realizar aplicaciones selectivas de herbicidas:
• Costo de la tecnología (Proveedor “B”): 8500 u$s/m.
• Costo de colocación: 2000 u$s
• Costo extra por botalón equipado parcialmente: 1 u$s/ha*
• Costo de mantenimiento: 0,5 u$s/ha*
• Porcentaje de enmalezamiento promedio: 20% (en todos los lotes).
• Costo del caldo: 50 u$s/ha.
• Superficie del campo: 900 ha.
• N° de pulverizaciones por hectárea en los barbechos: 2.
*Valores estimados.
Análisis de sensibilidad
Este análisis ayuda a entender cómo las fluctuaciones en los valores de las diferentes variables pueden modificar los resultados. Supongamos dos ejemplos. En el primero se evaluó la se-nsibilidad del período de repago para una pulverizadora con un botalón de 20 metros equipada con la tecnología del proveedor “A” (costo: 5700 u$s/m) ante cambios en la superficie a aplicar y el porcentaje de ahorro de herbicidas. Para realizar los cálculos, el costo del caldo se fijó en 50 u$s/ha. A medida que aumenta el porcentaje de ahorro del caldo, disminuye el tiempo de repago de la inversión. Así, con una superficie de 2000 hectáreas y un porcentaje de ahorro de caldo del 30%, el período de repago es de 4,2 años, mientras que con un porcentaje de ahorro de caldo del 75% dicho período se reduce a 1,6 años. Del mismo modo, a medida que aumenta la superficie trabajada disminuye el período de recupero de la inversión. Por ejemplo, para un porcentaje de ahorro del caldo del 70%, el período de repago en una superficie de 2000 hectáreas será de 1,7 años, mientras que en una superficie de 4000 hectáreas el período de repago será de 0,9 años. En el segundo caso se realizó un análisis de sensibilidad para una pulverizadora con 20 metros de botalón equipada por el proveedor “B” (costo: 8500 u$s/m) ante variaciones en el costo del caldo y la superficie a trabajar. Para el cálculo se fijó el porcentaje de ahorro de herbicidas en 60%. Tal como se mencionó, el período de repago de la inversión disminuye a medida que el costo del caldo es mayor. En el ejemplo, con caldos con un valor promedio de 35 u$s/ha será necesario trabajar una superficie de al menos 2000 hectáreas por año para que el período de repago de la inversión no sea mayor a 5 años. No obstante, con un costo del caldo de 50 u$s/ha, para recuperar la inversión en menos de 5 años la superficie mínima a trabajar caería hasta 1500 hectáreas anuales. Hasta el momento, se analizó la inversión en un sistema para realizar aplicaciones selectivas de herbicidas desde el punto de vista de una empresa productora de granos que analiza la posibilidad de adquirir la tecnología. Sin embargo, este análisis también puede realizarlo una empresa que brinda servicios de aplicaciones. En ese caso, las variables más relevantes al momento de analizar la inversión serán: 1) las relacionadas con la maquinaria, como el costo de la tecnología, los metros de botalón a equipar y los costos extra generados por el mantenimiento y el uso de la tecnología; 2) la superficie a trabajar, y 3) el costo del servicio de pulverización. A continuación, se presenta el análisis de sensibilidad del período de repago de la inversión para una pulverizadora con 20 metros de botalón equipada por el proveedor “B” (costo: 8500 u$s/m) ante variaciones en el costo del servicio y la superficie a trabajar. En el análisis se advierte que, a medida que la superficie a trabajar se incrementa, menor es el período de recupero de la inversión. Así, al considerar un costo del servicio de 8 u$s/ha y una superficie de 5000 hectáreas, el período de repago de la inversión se alcanza en 5,3 años. Pero si la superficie a trabajar fuera de 10.000 hectáreas, el período de repago descendería a 2,6 años. Del mismo modo, el plazo disminuye en la medida en que el costo del servicio es mayor: si se trabajan 8000 hectáreas con un costo del servicio de 8 u$s/ha, el período de recupero de la inversión será de 3,3 años, pero si el costo del servicio trepara a 10 u$s/ha, el período de repago se reduciría a 2,5 años.
¿Cuál es el ahorro?
El uso de aplicaciones selectivas permite ahorrar una importante cantidad de herbicidas posemergentes. En promedio, se obtienen ahorros del 70-75%, aunque son muy frecuentes ahorros en el orden del 80-95%. De esta forma, un menor uso de herbicidas reduce de manera notable el costo de los barbechos químicos y las cantidades de agua y bidones que se utilizan. Así, la adopción de esta tecnología repercute con fuerza en las dimensiones económica y ambiental de las empresas adoptantes.
Ahorros por zona y por cultivo
Existen diversas variables que modifican el nivel de uso de herbicidas, el ahorro de dinero y el impacto que, eventualmente, podría generar la incorrecta aplicación de los agroquímicos. Muchas de estas variables fueron detalladas en la sección anterior (el porcentaje de enmalezamiento, los herbicidas utilizados y su costo, etcétera). A continuación, se presentan casos de estudio para diferentes zonas y cultivos. Es importante aclarar que, si bien son casos representativos, existe gran variabilidad entre las empresas en lo relativo al portfolio de cultivos sembrados, herbicidas utilizados y cantidad de aplicaciones de barbecho, entre otros factores.
Caso 1. Región CREA Mar y Sierras
Para la región sur de la provincia de Buenos Aires se presenta el caso de un establecimiento de 2300 hectáreas dedicado a la producción de trigo, soja, maíz y girasol. En el cuadro 4 se comparan los costos de los barbechos realizados con aplicaciones convencionales versus los que se efectúan con aplicaciones selectivas. En el caso del doble cultivo trigo/soja de segunda, el porcentaje de caldo ahorrado fue, en promedio, del 67,9%, lo que se tradujo en un ahorro de aproximadamente 34,3 u$s/ha por cada pasada realizada en el barbecho. En el caso del maíz, el porcentaje de ahorro promedio de herbicidas fue de 63,7%, lo que representa 32,6 u$s/ha menos en cada aplicación. Por último, en el cultivo de girasol el porcentaje de ahorro fue del 67,5%, con un ahorro en el costo del barbecho de unos 28,2 u$s/ha. Si se tiene en cuenta la superficie destinada a cada cultivo, el ahorro general del establecimiento en herbicidas posemergentes fue de aproximadamente 158.290 dólares (cuadro 5). La tecnología para realizar aplicaciones selectivas generó un ahorro en el uso de herbicidas y produjo, además, una disminución en la cantidad de principios activos aplicados por unidad de superficie (gráfico 1). En el caso de esta empresa, dicha reducción fue de 57,9, 57,1 y 55,6%, para el doble cultivo trigo/soja, el maíz y el girasol, respectivamente. Esta reducción en la cantidad de herbicidas aplicados trajo aparejada una disminución de los Coeficientes de Impacto Ambiental (EIQ) en los barbechos (gráfico 2). El uso de tecnologías para realizar aplicaciones selectivas produjo caídas en los valores de EIQ del orden de 59% en el doble cultivo trigo/soja, de 58,1% en el maíz, y de 53,3% en girasol.
Caso 2. Región CREA Centro
Se presenta el caso de un establecimiento de 2300 hectáreas dedicado a la producción de soja y maíz en la provincia de Córdoba. En el cuadro 6 se comparan los costos de los barbechos realizados con aplicaciones convencionales versus los barbechos con aplicaciones selectivas. Para el cultivo de maíz, la reducción promedio en el uso de herbicidas fue de 67,2%, lo que permitió un ahorro de 36,7 u$s/ha. En el cultivo de soja, la disminución promedio fue de 72,7%, generando un ahorro promedio en el costo de los barbechos de 40,6 u$s/ha. Según la superficie destinada a cada cultivo, el ahorro total del establecimiento en herbicidas posemergentes ascendió a u$s 220.110 (cuadro 7). En esta empresa, el ahorro logrado en el uso de herbicidas en los cultivos de soja y maíz determinó una reducción en la cantidad de principios activos aplicados por unidad de superficie en el orden del 75,5% y del 65,9%, respectivamente (gráfico 3). Esa reducción en la cantidad de herbicidas aplicados se tradujo en menores Coeficientes de Impacto Ambiental (EIQ) en las aplicaciones de barbecho (gráfico 4). Los sistemas para realizar aplicaciones selectivas de herbicidas en los cultivos de soja y maíz generaron caídas de los valores de EIQ del 73,8 y 66,3%, respectivamente.
Caso 3. Región CREA Chaco Santiagueño
Se presenta el caso de un establecimiento de 3000 hectáreas de la región Chaco Santiagueño dedicado a la producción de trigo, soja y maíz. En el cuadro 8 se comparan los costos de los barbechos realizados con aplicaciones convencionales versus los efectuados con aplicaciones selectivas. En el caso del doble cultivo trigo/soja de segunda, el porcentaje de ahorro promedio de herbicidas fue de 22,3%. Esta reducción se tradujo en una disminución del costo por hectárea de los barbechos de aproximadamente 7,7 u$s/ha. En el caso del cultivo de soja de primera, el porcentaje de ahorro promedio de herbicidas fue del 45,5%, y generó una reducción en el costo de los barbechos de unos 23,4 u$s/ha. Finalmente, el porcentaje de ahorro de herbicidas promedio registrado en el cultivo de maíz fue del 23,3%, generando una disminución en el costo de los barbechos de unos 10,5 u$s/ha. Si se toma en consideración la superficie sembrada con cada cultivo, el ahorro total de herbicidas registrado en esta empresa fue de u$s 178.012 (cuadro 9). En esta empresa, el ahorro de herbicidas generó una reducción en la cantidad de principios activos aplicados por hectárea de 36,5% en el doble cultivo trigo/soja; de 53,6% en el cultivo soja, y de 27,5% en el cultivo maíz (gráfico 5).
Fuente: APLICACIONES SELECTIVAS Experiencias de uso y análisis de la tecnología en la Argentina
Autores: Agustín Bilbao, Esteban Bilbao, Nicolás Ciancio, Víctor Giménez, Julián Muguerza, Luis Robles, Terán Gabriel Tinghitella
